Gonzalo Costas
Billing & Admin Specialist
“El grupo es lo más importante, y este enorme triunfo se lo debo a ellos”
18-09-2020
“El grupo es lo más importante, y este enorme triunfo se lo debo a ellos”. Esto decía Carlos Bianchi el 28 de noviembre del año 2000, a 18.351 kilómetros de Buenos Aires, en la lejana capital de Tokyo, luego de que Boca Juniors ganase la final de la Copa Intercontinental bajo su dirección técnica, nada más ni nada menos, que al superpoderoso Real Madrid.
Ahora que tengo su atención, los invito a entender por qué en todas las organizaciones el factor fundamental e inamovible para poder llegar al éxito, tiene que ser “el grupo”.
En el inicio de la nota, nos encontramos con la declaración del líder de una organización de futbolistas profesionales. Dichas palabras refieren a un logro deportivo de una enorme magnitud en el que obtienen una victoria ante el mejor equipo del mundo, y en sus primeras palabras frente a los periodistas, menciona al grupo. Cuando utiliza esta simple pero tan poderosa palabra, no se refiere a los 11 titulares que salieron a la cancha, o a Martín Palermo quien fue el jugador que hizo los 2 goles de la victoria. En realidad, cuando Carlos Bianchi se refiere al grupo en su respuesta, incluye al plantel de 25/30 profesionales, colaboradores de su staff, utileros y gente allegada que formó parte del día a día en todos los entrenamientos.
Frente a semejante logro y medios de comunicación de todo el mundo apuntándole con el micrófono, Carlos Bianchi valoró con sus palabras a cada persona que aportó su grano de arena para llegar al objetivo. Y en esta ocasión me atrevo a afirmarles, queridos lectores, que esta organización deportiva de profesionales o simplemente un conjunto de personas con un mismo fin, encontró algo meramente difícil de lograr que es el sentido de pertenencia.
Luego de este ejemplo de relación entre líder-grupo (y pido perdón por mi fanatismo con el fútbol) se intentó explicar que en todo tipo de organización se busca una sinergia total entre personas para que el día a día nos encuentre con la mayor motivación y plenitud posible. ¿Cómo llegamos a este objetivo?, ¿dónde tengo que poner el foco?, ¿tengo que tener una misión y visión representativa?, ¿quién es el encargado de llevarla a cabo?.
Luego de hacernos estas preguntas, les doy la bienvenida a la tan importante cultura organizacional, que implica recorrer un proceso para encontrar el sentido de pertenencia que marcará la diferencia con otras organizaciones.
Ahora bien, al describir brevemente el concepto de cultura organizacional, nos encontramos con un conjunto de percepciones, sentimientos, actitudes, hábitos, creencias, valores, tradiciones y formas de interacción dentro y entre los grupos existentes que conforman a la organización. Los responsables de transmitir dichos hitos, son inevitablemente los líderes.
Si la organización encuentra en ellos un mensaje claro, sincero y responsable será de los logros más importantes que tengan como cabeza de grupo.
En las organizaciones modernas, el liderazgo es en esencia una función no sólo de los directivos, sino también de todo el equipo de trabajo, por lo que no se considera ya como un puesto único. Es importante que cada integrante sienta la libertad de adueñarse de su rol y sus tareas. Agregará valor a cada decisión y facilitará la dinámica entre áreas.
En Bakián encontramos una estructura cultural sólida, con años de trabajo, que se trata de transmitir a cada ingresante desde el proceso de Onboarding. Esa confianza que se transmite desde un primer momento, más allá de la contratación y el proceso de selección, crea en cada integrante una empatía y seguridad que producirá un proceso de adaptación más ágil y con mayores resultados. Facilitará la toma de riesgos y decisiones que irán agregando valor al trabajo con el grupo y los clientes.
Los líderes permiten que dentro de la cultura organizacional las decisiones sean progresivas y democráticas. Escuchar a nuestro equipo para la toma de decisiones, es un ítem fundamental para la cultura. ¿Por qué?, ¿no pierdo jerarquía en mi forma de liderar? Todo lo contrario. Esta metodología irá generando en los participantes de la organización, un sentido de pertenencia que fortalecerá al grupo y la identificación por la marca que representamos. Cada cual en su área, sentirá su importancia en el equipo, y de esto se nutre Bakián para crecer: de los conocimientos, iniciativas y proactividad del recurso humano que lo compone.
Philip Kotler define a la Misión de una empresa como “un importante elemento de la planificación estratégica”. Hace un paralelo con la Visión cuando explica: “La misión de una empresa describe la actividad, y dicha identidad es clave en la organización para el logro de su visión, que son las metas o logros que constituyen la razón de ser de la empresa”.
El equipo de trabajo debe sentirse identificado con el objetivo y la identidad de la organización. Hacia dónde queremos llegar, y de qué forma lo vamos a realizar. Esto motivará al trabajo entre áreas, y traerá nuevas ideas para el crecimiento.
Por ejemplo, en Bakián se utiliza la metodología de OKRS para fijar objetivos que nos acerquen cada vez más a la Misión y Visión de la empresa. Es decir, que todas las áreas estarán concentrando su tiempo en tareas que generen resultados visibles y cuantificables.
Si la misión y visión de la organización es transparente, alcanzable, con fundamentos concretos y resultados que respalden ambos conceptos, tendrá una aceptación irrefutable por parte del grupo de trabajo.
Es de gran importancia para la cultura organizacional que estas características mencionadas se cumplan con la mayor responsabilidad y claridad posible, ya que cuando existan tiempos de cambio (como los que vivimos actualmente en pandemia), los líderes reciban el apoyo y la predisposición necesaria ante nuevos riesgos y decisiones.
Los embajadores de que dicha cultura perdure en el tiempo, son las personas de más antigüedad dentro de la organización. Muchas veces son los líderes de área los que facilitan esto a los nuevos ingresos, con su experiencia, anécdotas y métodos de trabajo. Que existan estos abanderados culturales dentro de los grupos de trabajo, permite transmitir una seguridad y seriedad frente a gente nueva interna y externa de la empresa, que valorará más aún el expertise que se desarrolla a través de los años.
El mayor desafío que tienen los líderes con sus grupos de trabajos, parte de mantener alto el nivel de motivación. Las herramientas, clima laboral y proyectos que pueda brindarle a mi equipo, ayudarán a crear estructuras sólidas que perduren en el tiempo. Es decir, que aunque existan recambios de personas en la organización, habrá un camino ya seteado para utilizar como faro.
En Bakián, encontramos diferentes momentos que ayudan a alimentar dicha motivación:
Con la búsqueda de nuevas herramientas, aplicaciones, metodologías modernas de trabajo para mejorar procesos y estructuras internas.
Toda esta información que se adquiere, se comparte entre áreas y genera un mecanismo de aprendizaje para la organización y el crecimiento profesional de cada integrante.
Un claro ejemplo es la regionalización que comenzó a principios del 2020 en Chile, y siguió expandiéndose a México y Paraguay. Dicho crecimiento comercial, permite conocer nuevos mercados, realidades económicas y formas de trabajar en organizaciones extranjeras. Estos desafíos nutren a todas las áreas en la empresa con situaciones nuevas que tienen diferentes dificultades y hacen que cada uno de su máximo.
El mismo grupo tiene la libertad de generar sus propios espacios culturales. El área de Diseño junto al área de Marketing, crearon “The Room” , donde cada bakián puede exponer un tema de interés general dentro del esquema que quiera (puede ser un libro, una película, etc.), y luego de escuchar, se debate abiertamente para enriquecer conocimientos, puntos de vista y para seguir fomentando la fortaleza grupal y el sentido de pertenencia.
La organización “bakiana” tiene una característica que enriquece mucho a su propia cultura. Las personas que la componen son de diversas nacionalidades, en su mayoría argentinos, colombianos y venezolanos. Esto ayuda a generar un grupo de trabajo versátil, y con diferentes experiencias vividas que aportan al potencial en conjunto.
El COVID-19 nos llevó a vivir situaciones que nunca nos imaginamos. Desde la visión de la empresa, pasando por procesos y cambios muy grandes, hasta adaptarnos a despedir compañeros por una videollamada grupal, y también recibir nuevos integrantes por la misma vía.
El Onboarding digital, fue un gran reto para la cultura organizacional que se desarrolla en Bakián. Más allá de los trámites administrativos, este proceso siempre fue muy importante en la empresa, para que la persona que ingrese a la organización con la mejor expectativa y predisposición, se encuentre con el orden y la calidez necesaria. La distancia que genera este presente motivó la imaginación en un trabajo en conjunto del área administrativa y recursos humanos, para organizar calls previas a su ingreso, despejar cualquier tipo de dudas, sumado a una charla amistosa que permite un principio de vínculo con una persona que trabajará durante meses con compañeros que no conoce físicamente.
El mismo día del ingreso, se enviaron pequeños presentes de bienvenida (mochila y stickers de la empresa y algún regalo “especial” por parte de su líder).
Pasada la primera semana de adaptación, se calendarizaron desayunos virtuales con todas las áreas de la empresa. De esta forma, se encontró el espacio justo para que el grupo tenga la oportunidad de recibir de una forma más personalizada al nuevo bakián.
Otro espacio que encontraron los líderes de Bakián para no perder el enfoque de la cultura organizacional dentro de esta nueva realidad, es el llamado Q&A (Questions and Answers), un encuentro masivo de todos los integrantes de la organización para poder dar anuncios si es que los hay, o simplemente para pasar un buen rato en el que quiera y tenga ganas pueda contar novedades laborales o personales.
Citando otra frase futbolera, voy a referirme a las palabras de un gran líder y entrenador argentino a nivel mundial, cuyo nombre fue mencionado en el epígrafe de arriba. Él es Diego Pablo Simeone y tiene un poder de convencimiento ante sus dirigidos que se justifica desde hace mucho tiempo en un mismo lugar. Tiene como frase de cabecera este refrán: “Se juega como se vive”. Esa es su cultura, y la transmite sin fisura alguna. Desde el 2011 está al frente del Atlético Madrid, y obviamente pasaron muchísimas personas, desde jugadores hasta cambios en su propio staff técnico, pero nada cambió sus formas para llegar al objetivo.
Entonces, me atrevo a generar un paralelo con nuestra cultura Bakián. Somos un grupo de personas jóvenes que comparten en mayor y menor medida una forma de vivir y trabajar, que define su personalidad a través de la fusión de diversas culturas, ideas, intereses y convicciones. Esto nos hace un grupo repleto de experiencias que conforman nuestros valores. Estamos convencidos de a dónde queremos llegar, de donde está nuestro norte, y sabemos que la forma más rápida de llegar, yendo todos juntos.
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